Pese a que es una creencia bastante extendida, la realidad es que los bebés no necesitan almohada para dormir e incluso es recomendable no usarla. A la hora de elegir una almohada para bebés debemos tener en cuenta su edad, estructura física y postura en la que suelen dormir.
Los bebés tienen la cabeza mucho más grande con respecto al tamaño de su cuerpo y el cuello pequeño, por lo que no es seguro utilizarlas. Deben dormir tan solo con el colchón de cuna y una sábana bajera ya que el uso de almohadas forzaría la curvatura natural de su cuello.
También se desaconseja la utilización de peluches ya que puede provocar el Síndrome de Muerte Súbita del Lactante en caso de que el bebé se coloque boca abajo y no sea capaz de darse la vuelta.
Cuándo deben empezar a usar almohada
Se puede empezar a usar almohada a partir del año, el momento ideal es cuando los hombros sean más anchos que su cabeza y el cuello y la espalda estén alineados. Entre los 2 y los 4 años se empiezan a usar más las almohadas, sin embargo debido a todo lo que se mueven los pequeños durante la noche no siempre son necesarias. A partir de los cuatro años el uso de almohada es necesario.
Qué almohada a elegir en función de la postura del niño durmiendo
Boca abajo. Si el niño duerme boca abajo se recomienda usar una almohada muy fina de menos de 10 centímetros o no usar almohada, tan solo el colchón de cuna.
Boca arriba. La almohada más adecuada es una fina y que se adapte a la nuca para que el cuello no esté muy flexionado.
De lado. La mejor opción es una almohada fina y firme que alinee la cabeza y la columna.